Tomar vino tinto puede ser sumamente beneficioso para la salud, ya que al ser una bebida obtenida a través de la fermentación del jugo de uvas tintas, posee todos los nutrientes de estos deliciosos frutos.
Este proceso implica la transformación del azúcar contenido en las uvas en alcohol etílico y dióxido de carbono, bajo la acción de levaduras. Según la variedad de uva, el clima, el suelo y las técnicas de vinificación empleadas, el vino tinto puede presentar una amplia gama de sabores, aromas y texturas.
Asimismo, resultan diversos tipos de vino tinto, los cuales se clasifican según la edad, la dulzura, el cuerpo o el origen geográfico, entre otros criterios que implica su elaboración. Es importante señalar que el vino tinto se consume mundialmente y es apreciado no solo por su sabor y complejidad, sino también por sus propiedades.
Estas son atribuidas principalmente a los compuestos fenólicos como el resveratrol, los cuales se encuentran en la piel de las uvas. Estos antioxidantes tienen efectos positivos en la prevención de enfermedades cardiovasculares y en la reducción del riesgo de algunos tipos de cáncer, entre otros beneficios.
Cabe destacar la importancia de consumir vino tinto con moderación, ya que el consumo excesivo de alcohol puede tener efectos adversos para la salud. Lo recomendado es beber una copa o dos al día para obtener todos los nutrientes que ofrece este elíxir de uvas tintas.