Un estudio publicado en la revista científica 'Science Advances' refuerza la teoría de que el origen del Alzheimer podría estar relacionado con una infección en la boca. Para explicar esta hipótesis, los investigadores han vinculado la enfermedad degenerativa con 'Porphyromonas gingivalis', el patógeno clave en la periodontitis crónica.
Según los expertos, la bacteria porphyromonas gingivalis se identificó en el cerebro de pacientes que padecían Alzheimer "y los niveles se correlacionaron con la patología de tau", principal factor contribuyente a la neurodegeneración.
"La infección oral por Porphyromonas gingivalis en ratones provocó la colonización del cerebro y aumentó la producción de un componente de las placas amiloides. Para bloquear esta neurotoxicidad, diseñaron y sintetizaron inhibidores de moléculas pequeñas dirigidos a las gingipaínas. La inhibición de la gingipaína redujo la carga bacteriana de una Porphyromonas gingivalis establecida en la infección cerebral y la neuroinflamación, y las neuronas fueron rescatadas en el hipocampo. Estos datos sugieren que los inhibidores de gingipaína podrían ser valiosos para tratar la colonización y neurodegeneración del cerebro en la enfermedad de Alzheimer".
Posible causa
Otra investigación dirigida por la Universidad de Curtin, en Australia, identificó una posible causa de la enfermedad: la fuga de la sangre al cerebro de partículas que transportan grasas que a su vez trasladan proteínas tóxicas.
"Estos depósitos de proteínas tóxicas que se forman en el cerebro de las personas que viven con Alzheimer probablemente se filtran al cerebro a partir de partículas que transportan grasa en la sangre, llamadas lipoproteínas".
Responsable de entre un 60 y 80% de los casos de demencia
La Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que la demencia "es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo".