En un impactante giro de los acontecimientos, Hugo Bustamante, condenado por el brutal asesinato de Ámbar Cornejo, confesó a la periodista Ivonne Toro su participación en los homicidios de Elena Hinojosa y Eduardo Páez cometidos en 1996. Estas revelaciones surgieron durante una serie de entrevistas en el penal de Rancagua, donde Toro investigaba para su libro "La Niña Ámbar".
Según Ivonne Toro, quien visitó al criminal en repetidas ocasiones, Bustamante nunca mostró arrepentimiento por sus actos. "A él no le pasaba nada, lo único que le importa es cómo salir de eso sin ser descubierto, sin que, ojalá, no encuentren el cadáver. Él solo piensa en él, nunca ve a la otra persona como persona", comentó Toro a Meganoticias Alerta, declaración revisada en el programa Mucho Gusto.
Durante seis entrevistas, Bustamante fue interrogado por Toro sobre su culpabilidad y posibles crímenes anteriores. “Se lo pregunté directamente: ‘¿Tenías culpa?’ No, solo estaba pensando en cómo ocultar el cadáver”, afirmó Toro, quien notó que Bustamante siempre evadía cualquier signo de remordimiento.
La relación entre la periodista y el criminal evolucionó hasta un punto de confianza tal que Bustamante se autodenominó psicópata. “Soy un psicópata. Yo estoy frente al espejo, me miro y digo soy un psicópata”, confesó a Toro. Fue en una de estas conversaciones que Bustamante ofreció lo que él llamó un “regalo” a la periodista: la confesión de dos homicidios adicionales.
“Me has conmovido, te tengo un regalo... Antes de que yo diga nada, me dice: ‘sobre tu pregunta, anote’ y me dio estos dos nombres. ¡Fue súper impactante!”, relató Toro. Sin embargo, Bustamante se negó a proporcionar más detalles sobre estos crímenes, lo que no impidió que Toro, a través de su persistente investigación, lograra identificar a las víctimas.