Científicos estadounidenses descubrieron que el derretimiento del Ártico podría ser muy peligroso, porque hay grandes reservas de mercurio entre el hielo.
La revista científica Geophysical Research Letters publicó un estudio que explica que entre el hielo habría alrededor de 15 millones de galones de mercurio, el doble de lo que actualmente hay en la atmósfera, los océanos y el resto de la tierra juntos.
El mercurio es el único metal que se puede encontrar en estado líquido a temperatura ambiente y, en algunas de sus formas, puede ser una neurotoxina que daña la salud de las personas y animales, y se encuentra en el ambiente ya que es liberado cuando se hace fuego, durante actividades mineras y erupciones volcánicas, explicó National Geographic.
Si un niño entra en contacto con el elemento, podría verse perjudicado el desarrollo de su cerebro, deteriorando funciones como su memoria, el lenguaje, las habilidades motoras y la visión. En el caso de los adultos, el mercurio en grandes cantidades podría afectar también estas áreas además de dañar sus sistemas reproductivo e inmune y causar problemas la corazón, por lo que grandes cantidades de este elemento en el planeta es muy peligroso.
Según Kevin Schaefer, coautor de la investigación y académico de la Universidad de Colorado, antes del estudio “se asumía que el hielo eterno contenía muy poco mercurio, o nada de nada. Pero resulta no sólo que hay mercurio allí, sino que también es la reserva más grande del planeta”.
De acuerdo a los científicos, en un futuro al menos parte de ese mercurio va a liberarse al resto del planeta en alguna forma que sea tóxica para los humanos. Lo que falta es determinar exactamente en qué cantidad podría liberarse y cuánto de eso sería perjudicial para la salud. “¿Cuánto puede terminar en la cadena alimenticia y cómo? Esa es la pregunta del millón. Cuando llegamos a ese punto en la investigación, la perspectiva se torna gris”, declaró el autor jefe de la investigación e hidrólogo del Servicio de Geología de Estados Unidos, Paul Schuster.
Entre los factores a considerar para responder a estas interrogantes están cuán rápido subirán las temperaturas en el planeta producto del efecto invernadero y con cuánta velocidad se derretirán los hielos del Ártico. “Lo que pasa en el Ártico no se queda en el Ártico. Eventualmente se va a dispersar por la Tierra. Se moverá por todas partes”, asegura Schaefer. El equipo de científicos anunció que seguirán con su investigación para poder dar respuestas a las preguntas que tienen sobre el tema.