Un accidente isquémico transitorio puede servir tanto como advertencia y como oportunidad — una advertencia de un accidente cerebrovascular inminente, y una oportunidad de tomar medidas para evitarlo.
Síntomas
Los ataques isquémicos transitorios suelen durar unos minutos. La mayoría de los signos y síntomas desaparecen en una hora. Los signos y síntomas de un AIT se parecen a los que aparecen al principio de un accidente cerebrovascular y pueden incluir la aparición repentina de lo siguiente:
* Debilidad, adormecimiento o parálisis en la cara, el brazo o la pierna, generalmente en un lado del cuerpo
* Dificultad para hablar o para entender a otros
* Ceguera en uno o ambos ojos, o visión doble
* Mareo, pérdida del equilibrio o de la coordinación
* Dolor de cabeza repentino e intenso sin causa aparente
Es posible que tengas más de un AIT, y los signos y síntomas recurrentes pueden ser similares o diferentes según la zona del cerebro involucrada.
Cuándo debes consultar con un médico
Dado que los AIT ocurren con mayor frecuencia horas o días antes de un accidente cerebrovascular, es esencial buscar atención médica inmediatamente después de un presunto AIT. Busca atención médica inmediata si sospechas que has sufrido un ataque isquémico transitorio. La evaluación rápida y la identificación de las afecciones potencialmente tratables pueden ayudarte a prevenir un accidente cerebrovascula
Causas
Un accidente isquémico transitorio tiene el mismo origen que un accidente cerebrovascular isquémico, el tipo más frecuente de accidente cerebrovascular. En un accidente cerebrovascular isquémico, un coágulo bloquea el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro. En un accidente isquémico transitorio, a diferencia de un accidente cerebrovascular, el bloqueo es breve y generalmente no hay daño permanente.
La causa no aparente de un accidente isquémico transitorio con frecuencia es una acumulación de depósitos grasos que contienen colesterol llamados plaquetas (aterosclerosis) en una arteria, o una de sus ramificaciones, que suministra oxígeno y nutrientes al cerebro.
Las plaquetas pueden disminuir el flujo de la sangre por la arteria o llevar a que se forme un coágulo. Un coágulo que viaja por una arteria, que lleva sangre al cerebro desde otra parte del cuerpo, generalmente del corazón, también puede provocar un accidente isquémico transitorio.
Factores de riesgo
Algunos factores de riesgo de ataque isquémico transitorio y accidente cerebrovascular no se pueden cambiar, pero otros se pueden controlar.
Factores de riesgo que no puedes cambiar
No puedes cambiar los factores de riesgo de ataque isquémico transitorio o accidente cerebrovascular que se mencionan a continuación. Sin embargo, saber que corres riesgo puede motivarte a cambiar tu estilo de vida a fin de reducir otros riesgos.
* Antecedentes familiares. Tu riesgo puede ser mayor si uno de tus familiares ha tenido un ataque isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
* La edad. Tu riesgo aumenta a medida que envejeces, especialmente después de los 55 años.
* Sexo. Las probabilidades de tener un ataque isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular son levemente más altas en el caso de los hombres, pero más de la mitad de las muertes por accidentes cerebrovasculares se producen en mujeres.
* Ataque isquémico transitorio previo. Si has tenido uno o más ataques isquémicos transitorios, tienes 10 veces más probabilidades de tener un accidente cerebrovascular.
* Drepanocitosis. Un accidente cerebrovascular es una complicación frecuente de este trastorno hereditario, también denominado anemia drepanocítica. Los glóbulos rojos en forma de hoz transportan menos oxígeno y también suelen adherirse a las paredes de las arterias, lo que obstaculiza el flujo de sangre al cerebro. Sin embargo, con un tratamiento adecuado para la drepanocitosis, puedes reducir el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular.
* Raza. Las personas afroamericanas presentan un riesgo más alto de morir a causa de un accidente cerebrovascular, en parte debido a la mayor prevalencia de presión arterial alta y diabetes entre las personas de dicha raza.
Factores de riesgo que puedes controlar
Puedes controlar o tratar algunos factores, incluidas ciertas enfermedades y opciones de estilo de vida, que aumentan tu riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Tener uno o más de estos factores de riesgo no significa que sufrirás un accidente cerebrovascular, pero tu riesgo aumenta especialmente si tienes uno o más de ellos.
Enfermedades
* Presión arterial alta. El riesgo de accidente cerebrovascular comienza a aumentar con las lecturas de presión arterial superiores a 140/90 milímetros de mercurio (mm Hg). El médico te ayudará a determinar la tensión arterial deseada según tu edad, si tienes diabetes y otros factores.
* Colesterol alto. Una alimentación con menos colesterol y grasas, especialmente grasas saturadas y grasas trans, puede reducir la cantidad de placas en las arterias. Si no puedes controlar el colesterol únicamente mediante los cambios en la alimentación, el médico puede recetarte estatinas u otro tipo de medicamento hipocolesterolémico.
* Enfermedad cardiovascular. Esto incluye trastornos como insuficiencia cardíaca, defecto cardíaco, infección coronaria o ritmo cardíaco anormal.
* Trastorno de carótida. Los vasos sanguíneos del cuello que llevan sangre al cerebro se obstruyen.
* Enfermedad arterial periférica. Los vasos sanguíneos que llevan sangre a los brazos y las piernas se obstruyen.
* Diabetes. La diabetes aumenta la gravedad de la aterosclerosis (el estrechamiento de las arterias debido a la acumulación de depósitos de grasa) y la velocidad con la que esta se desarrolla.
* Niveles altos de homocisteína. Los niveles elevados de este aminoácido en la sangre pueden provocar que las arterias se engrosen y se cicatricen, lo que las vuelve más susceptibles a los coágulos.
* Exceso de peso. Un índice de masa corporal de 25 o superior y una circunferencia de cintura mayor que 35 pulgadas (89 centímetros) en las mujeres o de 40 pulgadas (102 centímetros) en los hombres aumentan el riesgo.
Opciones de estilo de vida
* Tabaquismo. El tabaquismo aumenta el riesgo de formación de coágulos de sangre, eleva la presión arterial y contribuye a la formación de depósitos de grasa con colesterol en las arterias (aterosclerosis).
* Falta de actividad física. Realizar 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada casi todos los días ayuda a reducir el riesgo.
* Nutrición deficiente. Una alimentación con mucho contenido de grasas y sal, en particular, aumenta el riesgo de sufrir un ataque isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular.
* Consumo excesivo de alcohol. Si bebes alcohol, limítate a no más de dos bebidas al día si eres hombre y una bebida al día si eres mujer.
* Consumo de drogas ilícitas. Evita la cocaína y otras drogas ilícitas.
* Uso de pastillas anticonceptivas. Todos los anticonceptivos orales aumentan el riesgo de accidente cerebrovascular, pero algunos pueden ser más peligrosos que otros. Si tomas pastillas anticonceptivas, consulta al médico cómo podrían incidir las hormonas en tu riesgo de sufrir un ataque isquémico transitorio y un accidente cerebrovascular.
Prevención
Lo mejor que puedes hacer para evitar un accidente isquémico transitorio es conocer tus factores de riesgo y llevar una vida saludable. Una vida saludable implica realizarse controles médicos periódicos. Además:
* No fumes. Dejar de fumar reduce el riesgo de sufrir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
* Limita el consumo de colesterol y grasas. Disminuir las cantidades de colesterol y grasas (especialmente grasas saturadas y grasas trans) en tu alimentación puede reducir la acumulación de placas en las arterias.
* Come muchas frutas y vegetales. Estos alimentos contienen nutrientes, como potasio, folato y antioxidantes, que pueden disminuir el riesgo de sufrir un accidente isquémico transitorio o un accidente cerebrovascular.
* Limita el sodio. Si tienes presión alta, evitar los alimentos salados y no agregar sal a la comida puede ayudarte a bajarla. Evitar la sal quizás no impida la hipertensión, pero consumirla en exceso puede aumentar la presión arterial en personas sensibles al sodio.
* Haz ejercicio regular. Si tienes presión arterial alta, el ejercicio regular es una de las pocas maneras en que puedes bajar la presión arterial sin tomar medicamentos.
* Limita el consumo de alcohol. Si bebes alcohol, hazlo con moderación. El límite recomendado es no más de una bebida al día para las mujeres y no más de dos al día para los hombres.
* Mantén un peso saludable. El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo, como presión arterial alta, enfermedades cardiovasculares y diabetes. Adelgazar con dieta y ejercicio puede reducir la presión arterial y mejorar los niveles de colesterol.
* No consumas drogas ilegales. Las drogas como la cocaína están asociadas a un mayor riesgo de sufrir accidentes isquémicos transitorios o accidentes cerebrovasculares.
* Controla la diabetes. Puedes controlar la diabetes y la presión arterial alta con dieta, ejercicio, control de peso y, si es necesario, medicamentos.