Las poderosas erupciones del volcán Kilauea, en Hawái, y el volcán de Fuego, en Guatemala, han llevado a la gente a hacerse preguntas como “qué pasaría si asáramos malvaviscos sobre un volcán” o “por qué no tiramos toda nuestra basura en los volcanes”. Aquí tienes la respuesta.
La basura es un problema que llena los océanos de plástico, ensucia el espacio exterior y cambia los hábitos de las aves migratorias. Pero lanzarla a la boca de un volcán no es una solución aconsejable. Ya lo intentó una expedición de investigadores en el Erta Ale, un volcán del Cuerno de África, y solo logró desencadenar una pequeña (pero violenta) erupción volcánica.
La ocurrencia quedó grabada en vídeo. Los investigadores arrojaron 30 kilogramos de desechos orgánicos en el lago de lava del cráter del volcán y observaron el resultado. La basura ganó la suficiente energía cinética para atravesar la piel de roca fundida, interrumpir el equilibrio del lago y hacer que el volcán estallara con violencia. Es lo mismo que ocurriría si te lanzaras al vacío desde la cima del volcán: flotarías brevemente en el magma y después arderías inevitablemente causando una erupción.
Así que, ahí tienes una primera razón para no tirar toneladas de basura en un volcán activo: si estás lo suficientemente cerca como para arrojar porquerías en su interior, te arriesgas a morir en una explosión de ceniza, roca fundida y gases tóxicos. O por algo tan simple como una salpicadura de lava. En Hawái, los desprendimientos de rocas en los lagos de lava del Kilauea provocaron salpicaduras de hasta 85 metros de altura que fundieron vallas, cámaras y todo lo que el volcán tuviera a su alcance.
Por lo demás, quemar basura en un volcán funcionaría como en una incineradora normal y corriente: todo lo que echaras en él generaría gases tóxicos que irían a parar a la atmósfera. Además, no sería una incineradora muy potente: la temperatura del magma oscila entre los 700 y los 1250 grados Celsius, por lo que no está lo suficientemente caliente como para derretir el combustible nuclear o esterilizar desechos médicos.
Por no mencionar que sería absurdamente caro: solo en Estados Unidos se generan más de 254 millones de toneladas de basura cada año; transportarla hasta un volcán activo tendría un enorme coste en tiempo, dinero y emisiones de dióxido de carbono por el combustible.
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