La Orquesta Sinfónica de Antofagasta (OSA) es una de las agrupaciones más antiguas del país y parte del patrimonio vivo de nuestra región. Durante 58 años, esta familia de vientos, cuerdas, percusión y metales nos ha acompañado con su música en una actividad ininterrumpida, potenciando el arte local y ganando un escenario a nivel país.
Así es como a lo largo de su historia han pasado notables directores como Joaquín Taulis, Eliseo Santelices, Luis Reygadas, Terry Lee Hulick, Juan Rojas Martorell, Mireya Alegría, Fernando Guerra, Celso Torres Mora y en la actualidad Christian Baeza, quienes han sido los encargados de dirigir la escena musical local y mantener vivo este fuego artístico.
A la par, el público ha podido disfrutar de una gran variedad y calidad de conciertos. Desde los más clásicos como la Novena Sinfonía de Beethoven, la Quinta y Sexta Sinfonía de Tchaikovsky, Bach, Vivaldi y muchas más. Hasta repertorios populares más recientes con agrupaciones como Los Jaivas, Inti Illimani y los locales Illapu, entre otros.
Sin embargo, para lograr convertirse en la sólida agrupación que son en la actualidad, tuvieron que pasar muchos años y sus fundadores realizar un gran trabajo y esfuerzo para conseguir este espacio y reconocimiento de arte y cultura en la región.
Sueños
Se cumplen 58 años de historia y con alegría y orgullo los músicos de la Orquesta celebran mientras preparan diversos hitos para lo que será el festejo de sus próximas seis décadas. Asimismo piensan en el futuro de la OSA y en los objetivos a cumplir.
Para Baeza Santelices, es fundamental continuar con la constante profesionalización de la actividad y lograr llegar a mucha más personas.
“Me gustaría una Orquesta que llegue a muchos más lugares, ojalá podamos recorrer primero la región y luego poder salir también de nuestras fronteras regionales y del país, creo que ese es un gran desafío de aquí a unos cinco años”, comenta.
Por su parte, Baeza González enfatiza en que “así como hemos ido creciendo ojalá podamos llegar lejos en unos 10 o 15 años más y estar entre las cuatro Orquestas de Chile, ese sería nuestro objetivo”.
Para el profesor Alberto Torres, uno de los miembros más antiguos de la Orquesta, estos años significan un enorme orgullo y alegría, que reflejan el trabajo de su padre, el propio y de tantos otros músicos que han pasado por sus filas. Además valora mucho el gran esfuerzo que realizan sus compañeros en cada concierto.
Grandes deseos de parte de algunos de los músicos de la Orquesta Sinfónica de Antofagasta, que podrán hacerse realidad siempre que el público siga apoyando y apreciando el arte y la cultura en la ciudad.
Cada vez que escuchen a la Orquesta interpretar alguna obra clásica, la música de su película favorita o presentarse con agrupaciones populares, recuerden todo el trabajo que realizaron sus fundadores para que generaciones actuales tengan el privilegio de contar con este verdadero patrimonio vivo, que ojalá siga grabando su impronta en la región y el país por muchos años más.