La próxima semana se espera que comience la vacunación para cerca del 83% de los funcionarios del Hospital Carlos Cisternas de Calama. El inicio de este proceso significa una serie de planificaciones en torno al espacio físico, ya que la vacuna Pzifer requiere una estricta cadena de frío con ultracongelación a -75°C para su resguardo.
En cuanto a los trabajadores que serán inoculados, la Dra. Lismer Barberi, especialista broncopulmonar del establecimiento en la capital loína, explicó “ya se realizó el censo para conocer las personas que van a recibir la vacuna, y obtuvimos que 1.100 funcionarios del hospital van a recibir la vacuna de forma voluntaria, esperando que pudiesen llegar a Calama para realizar este importante proceso preventivo el 18,19 y 20 del mes en curso”.
Cuando una persona se infecta con el virus que causa el Covid-19, puede demorar varios días o semanas en desarrollarse en su cuerpo y usar todas las herramientas necesarias para combatir la infección. Luego el sistema inmunitario de la persona, recuerda lo que aprendió sobre cómo proteger al organismo de la enfermedad.
Las vacunas ayudan al organismo a desarrollar inmunidad contra el virus que causa el coronavirus, sin que sea necesario contraer la enfermedad. Todos los tipos de inoculación dejan en el cuerpo un suministro de linfocitos T de memoria, además de linfocitos B, que recordarán cómo combatir ese virus en el futuro.
Para abordar las reacciones adversas, la Dra. Barberi, detalla “las asociaciones científicas de alto nivel han determinado que todos los y las pacientes que no han presentado reacciones alérgicas en las vacunas o en campañas de vacunación previas, pueden recibir esta vacunación sin inconvenientes”.