No pudo sesionar el lunes, ni tampoco el martes, porque no funcionaban los micrófonos, faltaban pantallas, había intermitencia en la señal de internet y no había ni siquiera dispensadores de alcohol gel. A pesar de que el Gobierno dispuso de 8 meses para preparar la sede del Congreso Nacional y el Palacio Pereira en Santiago.
Además, los convencionales constituyentes pidieron interpelación en su lengua indígena y solicitaron ser acompañados por sus asesores y ninguna de sus peticiones fueron acogidas. Por todo ello, las críticas apuntaron al secretario ejecutivo de la Convención, Francisco Encina y al ministro Juan José Ossa, Secretario General de Gobierno. Incluso hubo peticiones de renuncia en contra de ambos.
Trascendió que el Presidente Piñera expresó su molestia por la serie de fallas que aplazaron - en dos dias - la primera sesión de la Convención Constitucional. El mandatario preguntó si estaban las condiciones para el funcionamiento de este organismo autónomo y se le confirmó que todo estaba en orden.
Finalmente, Francisco Encina, dejó el cargo y en su lugar, asumió Catalina Parot, ex presidenta del Consejo Nacional de Televisión y ex candidata a Gobernadora por la Región Metropolitana.
