Un tribunal la había condenado por homicidio frustrado en contra de su ex pareja. Pero la Corte de Apelaciones de Antofagasta aplicó la perspectiva de género: Esta mujer era víctima permanente de violencia. Por lo tanto, la Justicia estimó que actuó "en legítima defensa" cuando atacó a su agresor. Y decidió, de manera unánime anular su condena.