Las primeras ciudades en abrir sus discoteques luego de permanecer más de un año y medio cerradas fueron Rancagua y Punta Arenas, las cuales se encuentran en fase cuatro del Plan Paso a Paso.
Las fiestas masivas que se llevaron a cabo con estrictas medidas sanitarias.
En Punta Arenas, por ejemplo, el local que abrió tenía una capacidad de 600 a 700 personas antes de la pandemia, pero en la jornada de ayer solo recibió a 200 asistentes, todos ellos con pase de movilidad.
En Rancagua se registró otra fiesta, con fiscalización de Carabineros incluida.
Sobre las fiscalizaciones y posible incomodidad en los asistentes, el dueño del local manifestó que "nosotros siempre vamos a estar a favor que nos fiscalicen y nos orienten