La Fiscalía Local de Calama informó que ante el Tribunal Oral en Lo Penal de la ciudad realizaron vía audiencia telemática el juicio oral en contra del acusado Brandon Lee Bustos Bustos de nacionalidad chilena (20 años), quien fue condenado a la pena de 12 años de presidio mayor en su grado medio por el delito consumado de homicidio simple, además 3 años y 1 día de presidio menor en su grado máximo por el delito de tenencia de arma de fuego consumada. Ambos hechos cometidos en Calama el 29 de septiembre del 2020.
Asimismo, el menor de edad fue condenado a 4 años de internación en régimen cerrado con programa de reinserción social y dos años de internación en régimen semi cerrado con programa de reinserción social, como autor del delito consumado de homicidio simple.
Gracias a la investigación dirigida por el fiscal adjunto de Calama, Víctor Ravello en colaboración de la Bricrim de la PDI de Calama, pudo acreditarse diversos delitos a través de testimonios, fotografías y pruebas periciales.
Los hechos ocurrieron alrededor del mediodía, cuando la víctima conducía un vehículo marca Chevrolet y al llegar a la intersección de las calles Eleuterio Ramírez con Río de Janeiro, se detuvo ante la presencia de una señal pare. Momento en que apareció un automóvil marca Toyota, conducido por el acusado Brandon Lee Bustos Bustos, quien se acercó al vehículo detenido de la víctima bajando el vidrio trasero, ocasión en que el otro acusado menor de edad, efectuó varios disparos con un arma de fuego en contra de la víctima, uno de los cuales dio en su cabeza.
Los atacantes huyeron del lugar en su vehículo, mientras que la víctima fue trasladada por su copiloto a su domicilio, lugar donde familiares lo trasladaron al SAR Alemania y luego al Hospital Carlos Cisternas, donde falleció.
La causa de muerte de la víctima fue un shock hipovolémico asociado a shock neurogénico asociado a traumatismo encéfalo craneano grave, en contexto de herida por impacto de bala con arma de fuego, en la zona parietal izquierda, sin salida de proyectil.
Producto de investigaciones posteriores lograron establecer el domicilio del acusado, autorizando su detención y entrada y registro al inmueble de calle Riquelme, la que llevaron a cabo el 6 de noviembre del mismo año. Tras registrar la vivienda, detectives encontraron en su habitación una pistola calibre 9 x 19 milímetros, con su respectivo cargador y 15 cartuchos calibre 9 milímetros.
El fiscal Ravello, añadió que “pese a la obstinada renuencia del testigo presencial en colaborar aludiendo no recordar nada, se logró que los magistrados tuvieran cierta dinámica de los hechos manifestadas por el testigo durante sus declaraciones policiales y no aquellas evasivas que fueron vertidas durante el juicio, gracias al uso de la herramienta legal contemplada en el art. 332 del Código Procesal Penal”.