Más de una década después del estreno de ‘Black Water’ (2007), una película australiana de serie B, en la que un cocodrilo malévolo se come a todo el mundo, uno de sus directores, Andrey Traucky, vuelve al mundo de los reptiles con una secuela quizás innecesaria, pero divertida.
Pero ojo, ‘Black Water: Abyss’ o ‘Amenaza Bajo el Agua: No Podrás Escapar’ no tiene ninguna relación con su predecesora más allá de la presencia de cocodrilos mordedores. Es una secuela espiritual con una historia completamente diferente, mucho más ambiciosa que la original, pero lamentablemente, con los mismos errores.
Esta vez, un grupo de amigos intrépidos deciden hacer espeleología, o sea estudiar cuevas y cavernas. El problema es que se avecina una tormenta y, por supuesto, no le han avisado a nadie de que se introducirán en un agujero en medio de la jungla. A partir de aquí ocurre lo peor: quedan atrapados en la cueva, y un enorme cocodrilo querrá convertirlos en su cena.
La película realmente consigue generar tensión, es una historia claustrofóbica, siempre en penumbras y muchos ambientes rocosos. La violencia y sangre es sutil, por lo que no tiene imágenes gráficas. El problema es que el cocodrilo aparece muy poco y los personajes son planos, pero nadie busca mucha tridimensionalidad en cintas de animales asesinos.
Revisando la filmografía de Traucki, al parecer le gustan las películas sobre naturaleza asesina. Tras la original ‘Black Water’, hizo ‘The Reef ‘en 2010 sobre un tiburón hambriento y en 2013 dirigió un found footage (metraje encontrado) sobre leopardos sanguinarios ‘The Jungle’. Puede que con ‘Black Water: Abyss’ termine con este subgénero del horror, o de frentón continúe con una película sobre una anaconda, una araña gigante o algo así, las opciones son infinitas.
Para los menos exigentes o amantes de las películas de animales asesinos como ‘Tiburón’, ‘Anaconda’, ‘Cocodrilo’ o ‘Pirañas’, ‘Amenaza bajo el agua: no podrás escapar’ será una buena oportunidad para pasarlo bien. Se acaba de estrenar en salas nacionales.
