Los alimentos ultraprocesados son los favoritos de casi todo el mundo: helados, pollo frito, hummus empacados, cereales saborizados, bebidas gaseosas, papas fritas y galletas, son sólo algunos de ellos.

Más allá de su sabor, investigadores internacionales realizaron un masivo estudio con los datos de 72.083 personas sobre 55 años que participan del proyecto Biobanco del Reino Unido. Esta gran base de datos contiene la información médica de medio millón de personas que viven en la isla.

El equipo detalla que estas personas en el inicio de la investigación no padecían demencia, pero durante 10 años, 518 fueron diagnosticadas con esta enfermedad neurodegenerativa.

Para vincular los casos de demencia, cada persona completaba al menos dos cuestionarios diarios sobre los alimentos que comían y bebían.

Ya con estos datos, clasificaron el consumo de alimentos ultraprocesados de las personas y descubrieron que por cada 10% de aumento en la ingesta diaria de estos alimentos, las personas tienen un 25% más de riesgo de padecer demencia.

“Nuestros resultados también muestran un aumento de los alimentos sin procesar o mínimamente procesados en sólo 50 gramos por día, lo que equivale a media manzana, una porción de maíz o un tazón de cereal de salvado y, simultáneamente. disminuir los alimentos ultraprocesados en 50 gramos por día, equivalente a una barra de chocolate o una porción de palitos de pescado, se asocia con un 3% menos de riesgo de demencia“, ejemplifican los autores.

Para el equipo científico, el desafío ahora es categorizar todos los alimentos, ya que si bien las hamburguesas a base de plantas son consideradas de alta calidad, también son ultraprocesadas. Lo mismo que ocurre con alimentos enlatados o caseros.

“Como nuestro objetivo es comprender mejor las complejidades de la ingesta dietética, también debemos considerar que es posible que se requieran más evaluaciones dietéticas de alta calidad”, dicen.