Los adolescentes, como toda persona desarrollan habilidades y destrezas para la vida, y en ellas se encuentran las socioemocionales. Estas permiten a los propios actores a identificar y gestionar sus emociones, lo que contribuye a una sana convivencia y propicia paulatinamente una sociedad inclusiva, justa y sostenible. Todo lo anterior es sustancial para dar respuestas a las problemáticas socioambientales que están vigentes a nivel mundial, como el cambio climático, pobreza, desigualdad, migración, entre muchas otras.
El reconocimiento de las habilidades y destrezas socioemocionales juveniles ofrecen alternativas de gestión que les permitan ver otras opciones más favorables y adaptativas, y luego cualquier tarea que se propongan será más fácil de lograr. Es por ello que para alcanzar que la juventud se transforme en personas responsables, conscientes, reflexivas y críticas, es necesario que gestionen sus propias emociones para avanzar hacia una sociedad más humanizadora.