Un equipo de investigadores de la Universidad de Southampton logró encapsular la totalidad del genoma humano en un diminuto cristal de memoria 5D. Buscan así preservar la información de nuestra especie, para que, algún día, alguien o algo pueda descifrar que la humanidad existió en este universo.
El cristal es similar al cuarzo fundido, cabe en la palma de una mano y puede almacenar hasta 360 terabytes de información durante miles de millones de años.
El genoma humano es la secuencia de ADN contenida en 23 pares de cromosomas en el núcleo de cada célula humana.
Es resistente a condiciones muy extremas: congelamiento, radiación cósmica, fuerza de impacto directa de 10 toneladas por cm², fuego y temperaturas de hasta 1000 °C. Obtuvo el premio Guinness en 2014 como material más duradero.
Los científicos, liderados por el profesor Peter Kazansky, usaron láseres ultrarrápidos para grabar la información del genoma en 5 dimensiones, en recovecos de sólo 20 nanómetros, (el equivalente 20 mil millonésimas de un metro). Para los 3 mil millones de letras del genoma, cada letra se secuenció 150 veces para asegurarse de que estuviera en la posición correcta.
“Además de preservar el genoma humano, esta tecnología también podría utilizarse para crear un archivo digital de las especies en peligro de extinción. Al almacenar su información genética en cristales de memoria 5D, podríamos garantizar la supervivencia de una gran diversidad de vida en caso de que las especies se extinguieran en la naturaleza”, explicó Kazansky.
Mensaje en una botella digital y universal
Aunque la creación de organismos vivos a partir de información genética aún se encuentra en sus primeras etapas, los avances en biología sintética son prometedores. En un futuro lejano, se podrían utilizar los datos almacenados en estos cristales para recrear seres humanos, animales y plantas extintas.
Sabemos por el trabajo de otros que el material genético de organismos simples se puede sintetizar y utilizar en una célula existente para crear un espécimen vivo viable en un laboratorio, afirmó Kazansky.
Además, el científico explicó que el cristal incluye una clave visual que permite a quien lo descubra entender tanto los datos almacenados como su posible aplicación.
Esta clave contiene elementos fundamentales como el hidrógeno, oxígeno, carbono y nitrógeno, así como las cuatro bases del ADN: adenina, citosina, guanina y timina. Además, muestra cómo se organizan los genes dentro de los cromosomas, que a su vez se insertan en las células.
“El cristal de memoria 5D abre posibilidades para que otros investigadores construyan un depósito permanente de información genómica a partir del cual se podrían restaurar organismos complejos como plantas y animales si la ciencia lo permite en el futuro”, afirmó el científico.
Mientras tanto, el cristal se almacenará en el archivo llamado Memoria de la Humanidad (Memory of Mankind), ubicado en una cueva de sal en Hallstatt, Austria. Esta cápsula del tiempo es un proyecto colaborativo y gratuito que busca preservar el registro de la humanidad tal como la conocemos hoy.
MOM es un proyecto global y está formado por historias recopiladas y aportadas por personas de todo el planeta.
“El proyecto MOM tiene como objetivo preservar las historias de hoy para transmitir nuestro presente y darle un pasado al futuro. Un regalo tanto para nuestros nietos como para una civilización mucho más allá de la era digital. Así que dejamos mucho más que residuos nucleares, calentamiento global e innumerables latas de bebidas energéticas”, explica en el sitio oficial.