Actualmente, Apple es la compañía de mayor capitalización bursátil del mundo. Lo que comenzó como un proyecto con un valor de 8000 dólares, genera ahora miles de puestos de trabajo y ha dado lugar a una gran cantidad de productos tecnológicos de calidad contrastada. Los principios de la compañía fueron dificultosos, como los de cualquier empresa en la que nadie termina de creer. Pero Apple estaba ahí como germen y deseando comenzar a crecer a base de innovadores ideas.
Uno de los símbolos de nuestra vida es el logotipo de la compañía, una manzana mordida, y que está grabada en todos sus dispositivos. Es sencillo, ahora es de un solo color, aunque en sus orígenes tenía franjas horizontales de muchos colores. Pero lo que quizás desconozcas es que el logotipo original de Apple no era esta simple manzana mordida, era bastante más elaborado y desconcertaba totalmente, aunque también estaba presente la figura de la fruta.
Era 1975 y se necesitaba un logo
En aquella época, la compañía estaba formada por 3 socios, Steve Jobs, Steve Wozniak y Ron Wayne. Éste último, diseñó el logotipo original, al que solamente basta echarle un vistazo para apreciar lo peculiar de su diseño. De hecho, fue él el encargado de realizarlo. Según comenta, este logotipo ya nació como algo antiguo y en él se representaba la figura de Newton. Esa famosa escena en la que al científico inglés se le cae una manzana y da como resultado la formulación de la teoría de la gravedad.
Pero ni ese hecho fue cierto ni hay más misterio, Ron Wayne sacó su pluma y se puso a realizar un boceto mientras sus otros dos socios debatían sobre el futuro de la compañía. Por aquel entonces, nadie era capaz de imaginar lo lejos que iban a llegar. Wozniak, que estaba en sintonía con los tiempos, quería algo simple. Sin embargo, Jobs se comenzó a obsesionar con la manzana y con la palabra Apple.
De tal manera que Ron Wayne terminó de dar forma a ese logotipo tan del siglo XIX. Lo más curioso es que eran plenamente conscientes de ello. Para rematar la complejidad, el logotipo estaba rodeado de una misteriosa frase, demasiado larga para ser parte del logotipo de cualquier compañía y que decía de esta manera: “Newton... una mente siempre viajando por los mares extraños del pensamiento... solo”. Ni fácil, ni sencillo, ni directo. ¿A quién se le podía ocurrir semejante chaladura?
Este logotipo tuvo una duración efímera, solamente estuvo presente un año. Complejo de reproducir, difícil de observar, aunque plásticamente era bello.
Fue el propio Steve Jobs el que encargó al diseñador Ron Janoff que le diera una vuelta a aquello. La compañía necesitaba algo en sintonía con lo que representaba, una empresa informática. Era ver el logo y asociar esa imagen a otro tipo de producto. Bien podría valer como imagen para un pub, pero no para la empresa destinada a ser la vanguardia en cuanto a innovación tecnológica.
Janoff propuso algo más directo y sencillo. Consciente de la importancia que tenía el símbolo de la manzana para Jobs, trabajó sobre la idea. Presentó a Steve un colorido logotipo con una manzana mordida. De arriba a abajo presentaba líneas horizontales en colores verde, amarillo, naranja, rojo, morado y azul. Por aquel entonces se habría asociado al movimiento por los derechos de los homosexuales, pero este logotipo convenció a Jobs. Una coqueta hoja en la manzana asomaba por el lado derecho.
Este logotipo estuvo presente desde 1976 hasta 1998. Posteriormente, la forma de entrada, si bien ha pasado por tonalidades azules, por un negro absoluto, por un sugerente plateado hasta el actual de color blanco. Apple sí que es muy fiel a esa imagen que le ha permitido ser totalmente reconocida en todo el mundo. Existen diversas hipótesis sobre el nombre de la compañía, una de ellas hace referencia al suicidio de Alan Turing Este genio tan olvidado como denostado fue el responsable de descifrar el endiablado código con el cual se comunicaban los nazis.
El logotipo de Apple pasará a la historia como uno de los más sencillos que ha podido adoptar una compañía. Una palabra que hace referencia a una fruta muy común y que ha sido capaz de convertirse en un fenómeno de marca.