Esta metodología permite que la persona se focalice y se concentre en lo que es realmente rentable en términos de productividad, eliminando todas las distracciones que puede haber alrededor. De dónde viene y cómo aplicarla.
A lo largo de las décadas han aparecido métodos que contribuyen al bienestar de las personas. La metodología ‘Walt Disney’, ‘PROACT’, ‘Harvard’, ‘el silencio incómodo’, son algunos de los miles de casos que contribuyen a la vida personal y el trabajo de las personas y permiten un equilibrio que garantiza el éxito personal de cada una de ellas.
Una vez que nacen y se difunden son aplicadas hasta por reconocidos millonarios que, al utilizarlas diariamente, aumentan su patrimonio e influencia. Sumado a las historias ejemplares de Elon Musk o Jeff Bezos, Bill Gates tomó y fomentó una metodología que le cambió la vida: “Deep Work” o también denominado “trabajo profundo”.
En este hábito en particular (porque si no, no tendría grandes efectos) las personas se concentran realmente en lo que es rentable en términos de productividad. De esta manera, se elimina todo tipo distracciones que existen alrededor, como puede ser el teléfono celular o diversas aplicaciones.
La metodología
Si bien se hizo reconocida por el fundador de Microsoft, este método fue acuñado por el profesor de Ciencias de la Computación en la Universidad de Georgetown, Cal Newport, en su texto denominado: “Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World” (Trabajo profundo: Reglas para el éxito enfocado en un mundo disperso, en español).
El autor remarca que, a través de periodos de 60 y 90 minutos, se pueden establecer grandes estados de concentración sin distracciones y garantizando que la mente trabaje en su máximo esplendor y potencial. La teoría propone que las personas se predispongan a poner foco en una actividad que verdaderamente importa y es productiva y eliminar todo tipo de distracción que puede llegar a incidir negativamente durante ese tiempo.
Aquí es donde se diferencian lo que implica el trabajo profundo del trabajo superficial, que incluye llamadas, responder mails o ir a reuniones. Si bien esto último debe ocupar su atención, no debe ocupar la mayoría del tiempo.
Según una investigación denominada “Pormenores del trabajo” realizada por ASANA, una marca que potencia a las empresas al organizar su trabajo en un espacio conectado, los trabajadores del conocimiento “dedican el 60 % de su tiempo a tareas de coordinación, como responder emails, coordinar proyectos y programar reuniones”.
Los beneficios de aplicarla
Así es como llevándola a cabo trae consigo numerosos beneficios. El primero (y ya resaltado) eliminar la distracción. ¿Por qué tan importante? Existen fenómenos como el llamado “atención residual” que, por ejemplo, ocurre cuando se está realizando alguna tarea en particular y se mira el celular para ver un mensaje. Este mensaje puede hacer que no sea tan efectiva la tarea. Según diversas investigaciones, una persona puede demorar hasta 20 minutos en recuperar el estado de concentración después de una interrupción.
Otra de las ventajas es que permite reconfigurar el cerebro. A través de esta metodología, se aprende más rápido habilidades nuevas. La mente afianza y construye los conocimientos en una base más sólida y facilita que se desarrollen estas habilidades con mayor efectividad.
Al aprender más rápido, la persona logra resolver situaciones más complejas en tiempos impensados y crea otros proyectos a mayor velocidad y más innovadores, ya que enfoca la mirada en las prioridades. Estas últimas posibilidades traerán sin dudas, gratificación y fluidez.
Claves para aplicarlo
Existen algunos secretos que ayudan a la aplicación de esta metodología. Estos son:
Sea Bill Gates o una persona no reconocida, el método “Deep Work” siempre estará para todos y todas, sin excepción, para contribuir con el bienestar laboral y personal.