Una de las características que definen a las misteriosas señales provenientes del espacio profundo a las que llamamos “ráfagas rápidas de radio” (FRB por su sigla en inglés) es que son impredecibles. Resuenan a través del cosmos sin sentido ni razón, sin patrones discernibles ni ritmo, haciéndolas increíblemente difíciles de estudiar.
Ahora, por primera vez, los astrónomos fueron capaces de registrar FRB que se repiten a en un ciclo regular.
Cada 16.35 días, la señal llamada FRB 180916.J0158+65 sigue un patrón similar. A lo largo de cuatro días escupe una señala cada una o dos horas. Luego se calla por 12 días, para volver a repetir la misma acción.
Los astrónomos de la Canadian Hydrogen Intensity Mapping Experiment Collaboration (CHIME) en Canadá observaron éste ciclo por un total de 409 días. Todavía no sabemos lo que significa; pero podría tratarse de otra indescifrable y complicada pieza de FRB.
La investigación se subió al servidor de borradores arXiV, donde espera ser revisada en profundidad por otros expertos del campo.
Es fácil obsesionarse con las ráfagas rápidas de radio, un fascinante misterio espacial que ha desafiado a cualquier explicación lógica y comprensiva.
Para recapitular, las FBR son enormes destellos energéticos de radiación dentro del espectro radial que duran, a lo sumo, unos cuantos milisegundos. En ese espacio de tiempo, pueden liberar un poder similar a un millón soles.
La mayoría de fulgura sólo una vez, para nunca más ser detectadas. Esto dificulta la tarea de rastrear estas señales a una sóla fuente en la galaxia. Algunas de las FRB escupen destellos radiales repetitivos sin un patrón determinable. Estas son más fáciles de rastrear a través de la galaxia, pero hasta ahora, ninguno de los métodos disponibles nos han acercado a una respuesta.
El año pasado, la colaboración CHIME anunció que detectó 8 FRB repetitivas, llegando a un total de 10 señales con patrones identificables de un universo de 150.
FRB 180916.J0158+65 estaba entre las 8 señales repetitivas incluidas en el grupo de la investigación de 2019; además de sus destellos repetitivos, inicialmente no pareció ser nada especial. Pero mientras el experimento CHIME continuó mirando al cielo, el patrón emergió.
Esto es emocionante porque ofrece nueva información que puede ser utilizada para tratar de entender y modelar lo que podría estar causando las señales periódicas de FRB 180916.J0158+65.
“El descubrimiento de una frecuencia de 16.35 días en una fuente repetitiva de FRB es una pista importante para entender la naturaleza de éste objeto“, aseguran los investigadores en su paper.
Otros objetos que demuestran periodicidad tienden a ser sistemas binarios; estrellas y agujeros negros. La frecuencia de 16.35 días podría tratarse de un periodo orbital, lo que provocaría que el objeto FRB sólo contacte a la Tierra en cierto periodo de la órbita.
Este objeto es uno de los cuantos que se ubican en nuestra galaxia. Se encuentra a las afueras de la espiral de la Vía Láctea a 500 millones de años luz de distancia en una región donde se están formando estrellas.